sábado, marzo 29, 2008

En el camino nuevamente


Recluido en estas frías paredes, aquí en este cerro, junto a arboles de sasanil, cacho de toros, un bonito cuil rosa, lechosos, palos mulatos, releyendo los textos sagrados de la generación Beat. Y estoy de nuevo en el camino…

Espiritual, vasto, arquetípico.

La vereda no acaba allí donde las olas rompen.

Donde el sol brilla todo el tiempo.

Donde mis ojos renacen.

Gracias santo Ginsberg inmaculado

Salmodiando con tu voz los brazos desnudos de los arboles,

Gracias san Kerouc que te atreviste por autopistas indómitas

Y pintaste de otro color el corazón de tu patria,

gracias Bill Burroughs que nos ofreciste palabras sabias

expofeso creadas para glorificar nuestra pesadumbre,

gracias Neal Cassady por tu papel de Socrates

ante tantos alumnos iluminados

y cuya sangre ofreciste a la vasija del sacerdote azteca

ese día en que Charles Bukowski quiso escribir el ultimo capitulo de tu vida.

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