martes, septiembre 27, 2005

TROVANDO EN ZIPOLITE




Fernando Amaya es uno de los grandes trovadores costeños. Sus canciones tienen algo de marino, de monte acariciado por la brisa, de animal bebiendo receloso cerca del aguaje, de mujer costeña que camina en la vereda en busca del río…
Canto la gloria de tu mirar profundo
llenando a mares la vida que me das,
el suave acento que de tu voz escucho,
cuando me llamas para quererme mas.
golondrina, pequeña golondrina,
busco tu imagen que se recorta alli
donde suspiran, pequeña golondrina,
los sentimientos que guardas para mi…
La música de Fernado Amaya es también un paseo por la diversa geografía de la costa, de las vivencias de su gente…
Solo me falta un morillo
pa’ completar la madera
de la casa que te ofrezco
si quieres ser mi mujer.
Tengo un terreno en el Bajo
con linderos de palmera,
lo sembraré con empeño
pa’ poderte mantener.
Santa Maria Tonameca
aquí les vengo a cantar
los versos de mi chilena
Así se van bordando canciones, algunas clásicas como el andariego de Álvaro Carrillo. o aquella de Luis Hinojosa que le canta a Pochutla…
Me invitaron a Pochutla
para conocer sus flores
dicen que son muy hermosas
y que roban corazones,
para llegar a Pochutla
tuve que besar el cielo,
recorrer altas montañas
entre nubes y cafetos.
Estas son algunas de las canciones que vienen en el nuevo disco de Fernando Amaya: Trova de la Costa Este, canciones que transmite radio Iglu, la radio mas fresca de la costa y que desde aquí escuchamos.

2 comentarios:

Fernando Amaya dijo...

Gracias Luis,luego nos echamos una tlayuda bajo la gradera...

Fernando Amaya dijo...

Poeta selvasequense: hace tiempo, me inventé una musa inocua, merced a que las de carne y hueso me provocaron algunas dispepsias emocionales; tu sabes de ese rollo: salen hongos, salpullido,caspa.
Hace unos días, en la parte húmeda de la selva seca, bajo un toldo que nos hacía vecinos de la lluvia, la musa dejó de ser ilusión sobre espejismo, escuchó mi canto, y sus ojos desprendieron la lluvia de su alma. Camarada, te lo estoy contando y casi no lo estoy creyendo, pero juro por Sabines y Neruda, que eso me pasó a mi. Podrás, en razón de que esto no sucede a menudo, publicar en tu Blog mi comentario y el siguiente poe-ma. Pregunto.

Ornela

por el estrecho de los días en calma mis sueños y mis noches van
con su materia lábil se dibuja el éter para que los recuerdos titilen pegados a la dermis de su refugio de hadas
nada que valga como el instante
cuando mi ternura
se explica en el espacio abierto que tus ojos me prodigan
para que mi deseo escancie en tus labios un beso de amaranto.

Fernando Amaya